miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una explosión de recuerdos (1 de noviembre)



Todo empezó hace tiempo aunque, por entonces, tiempo y espacio no tenían todavía sentido. Si existe un dios quedó acorralado en ese instante de la explosión, del milagro, del suceso, de la anomalía, del comienzo... A partir de entonces, la energía se hizo materia y la materia energía dos expresiones distintas de una única realidad ¿verdadera?

Más de trece mil millones de años han pasado desde entonces, una minucia. Un revuelto de partículas y energía viajando a velocidades inimaginables y transformándose en formas cada vez más complejas de materia: hidrógeno, helio, litio, carbono... Regidas por leyes inmutables nunca escritas y vagamente conocidas.

Una mota de polvo en este vasto océano interestelar comenzó a enfriarse y a dar vueltas alrededor de una pequeña estrella hace sólo unos cuatro mil millones de años. Y, a partir de ahí, todo se desencadenó de manera que el azar, la física, y quizás el destino, convirtieron  esa mota de polvo cósmica en un planeta, donde la materia y la energía lograron organizarse para perpetuar el secreto de la vida y tomar conciencia de sí misma. 

Cada una de nuestras células, cada uno de nuestros átomos, está formado por polvo de estrellas y en polvo de estrellas volveremos a convertirnos. Eternos en cuerpos reciclados  hasta el final de los tiempos. Recordados en espíritu mientras alguien nos siga pensando en este cielo-infierno a merced de nuestros actos...

Aún sois inmortales, aún os recuerdo...

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